Descubre el poder de tu respiración

Quiero empezar este artículo invitándote a hacer una pequeña pausa para que sientas por unos segundos tu respiración.

Pausa…

Si ya lo hiciste, vuelve a sentirla y observa la intimidad y sutileza de ese importante acto autónomo que realiza tu cuerpo cada segundo de tu vida.

Pausa…

Llegaste a esta vida con una primera inhalación seguida de una secuencia infinita de inhalaciones y exhalaciones que le dan forma a tu calidad de vida para un día despedirte con la última exhalación.

El primer poder que tiene tu respiración es mantenerte vivo pero, además, respirar de manera consciente es una de las formas de mantener el Prana en tu cuerpo.

¿Y qué es el Prana? Científicamente es una energía compleja y multidimensional, una combinación de energías eléctricas, magnéticas, fotónicas, oculares, termales y mentales. Existe en todos los individuos sensibles como la energía que se ocupa de que haya movimiento, tanto voluntario como involuntario, incluyendo tus pensamientos. 

El Prana es tu energía vital, es la energía que mantiene el cosmos y todo lo que en él está contenido. Se manifiesta a través del movimiento del aire que sucede dentro de tu cuerpo y se expresa a través de impulsos electromagnéticos que son los que te mantienen vivo. 

Esta energía es inherente a todos los seres vivos. Nacemos con una cierta cantidad  que podemos mantener, aumentar o disminuir a través de la calidad de aire que respiramos, las comidas y bebidas que ingerimos, así como los pensamientos, acciones y el estilo de vida que llevamos. 

El aire, desde la perspectiva de Ayurveda, representa la energía de Vata Dosha que es la encargada de todos los impulsos o movimientos que suceden en nuestro sistema nervioso. 

Cuando mueves el Prana de manera adecuada, calmas tu sistema nervioso y activas el sistema parasimpático, que se encarga entre otras funciones, de que te sientas en calma y armonía. 

Respirar de manera consciente es la mejor práctica que hay para relajarte, es decir, llevar toda tu atención a tu respiración de manera pausada, calmada, controlada y observada. 

Desde la perspectiva védica las emociones se alojan en el centro de tu pecho, para luego viajar a tu cerebro e instalarse. Swami Vidyadishananda dice que “inner inkling precedes inner thinking”, ello significa que “el corazón avisa antes que venga el pensamiento”. 

Al practicar una respiración consciente liberas la tensión acumulada y poco a poco se van borrando las marcas dolorosas de tu campo de arena emocional.  Una práctica adecuada de respiración entrena tu sistema nervioso para que esté más calmado ante los obstáculos y responsabilidades de tu día a día.

Además, respirar te ayuda a meditar, es la antesala a la práctica de meditación. Una de las formas más efectivas de acceder a la meditación es preparando el espacio mental a través de una respiración consciente que calma tu sistema nervioso y hace que estés menos reactivo y que tu cuerpo esté relajado para contemplar más fácilmente los espacios meditativos, aceptar los pensamientos y disfrutar del proceso.

Aprender a controlar la respiración de una manera consciente se llama Pranayama. Prana significa energía vital y yama significa extensión o ramificación, entonces Pranayama es una práctica que extiende tu energía vital a través de técnicas específicas.

Hay distintos tipos de Pranayama para diferentes funciones. Existen técnicas para limpiar los canales energéticos sutiles de tu cuerpo (nadis), como por ejemplo la práctica de Anuloma Viloma, que alterna tu respiración por tus fosas nasales de una manera específica.

Otras técnicas sirven para mejorar tu fuego digestivo, que no sólo se refiere a la digestión del tracto digestivo, sino también a la que ocurre a nivel celular, mental y emocional. Kapalabhati o respiración de fuego, es una de estas técnicas y se trata de poner la atención en la zona baja de tu abdomen con especial foco en tu exhalación, que se hará de forma intensa, rápida y corta.

Existen técnicas para desarrollar tu introspección y contemplación. Una es cantar el Om de forma específica: inhalas por la nariz y al exhalar cantas el OM de esta forma: 60%  del canto en la “O” para luego ir en transición hacia la “M”. Puedes cantarlo de 3 a 6 veces, de forma lenta y observada, para luego quedarte contemplando con tus ojos cerrados las sensaciones que deja este sonido en tu espacio interno.

 Mi técnica favorita y la cual, es considerada la base de todos los Pranayamas, se llama Ujjayi Pranayama y tiene la bondad de liberar la tensión que se acumula en el corazón. Esta práctica se logra controlando el paso de aire a través del cierre parcial de la glotis y alargando tu exhalación e inhalación. Es importante que cualquiera de las técnicas que quieras aprender, lo hagas de la mano de un profesor capacitado, para luego continuar tu camino individualmente.

Guía básica para desarrollar una práctica efectiva de respiración consciente 

  1. Consigue tu momento ideal, si es temprano en la mañana y antes de tomar café o desayunar, muchísimo mejor. También sirve al final de la tarde o antes de dormir.
  2. Trata de hacer tu práctica sin aire acondicionado, abriendo un poco la ventana o buscando un espacio donde circule aire fresco, si ello está en tus posibilidades.
  3. Siéntate en una postura adecuada, puede ser en una silla, evitando recostarte del respaldo. También puede ser en el piso con cualquier cojín o prop que te acomode. Procura que tu columna mantenga su posición natural.
  4. Cierra tus ojos, sugiérele a tu cuerpo relajarse, háblale mentalmente, repasa las zonas donde hay tensión e indícales relajarse.
  5. Comienza a observar tu respiración nasal de manera muy natural y sin forzar, atento al acto de inhalar y exhalar por tu nariz, sólo observa cómo tu cuerpo lo hace solo.
  6. Lleva la atención a la zona baja de tu abdomen, siente cómo el aire expande esa zona cuando inhalas y cómo se retrae cuando exhalas, recuerda no forzar nada, es solo observar. 
  7. En todo momento mantén tu respiración muy suave y sin esfuerzo.
  8. Cada vez que haya pensamientos (que es todo el tiempo) lleva tu atención a la zona baja de tu abdomen.
  9. Disfruta el proceso sin reactividad.
  10. Por último, regresa la atención a tu nariz, observa tu respiración en ese espacio, y suelta el proceso. Quédate atento observando y lentamente abre tus ojos y siente la diferencia. 

 Bondades de la respiración consciente

  • Al ser una respiración enfocada desde tu bajo abdomen se benefician tus intestinos y la microbiota que habita en ellos.
  • Al bajar tu cadencia respiratoria se alarga tu vida, se llena tu cuerpo y mente de Prana y hay mayor foco y claridad mental.
  • Mejora tu sistema inmunológico.
  • Reduce el insomnio y mejora la calidad del sueño.
  • Mejora la textura y color de tu piel. 
  • Ayuda tu sistema linfático, en particular el glinfático que es el que se encarga de drenar las toxinas que se producen en tu cerebro.
  • Mejora tu tensión arterial.
  • Mejora tu digestión.
  • Hay un mejor manejo del miedo y la ansiedad.
  • Disminuye la inflamación en tus tejidos, órganos, articulaciones y aumenta la saturación de oxígeno.
  • Aumentan los niveles de óxido nítrico lo cual ayuda a la vasodilatación de tus venas, arterias y mejora tu circulación.
  • Tu cerebro necesita desintoxicarse diariamente, una manera es a través del sueño adecuado y otra es a través de la práctica de respiración consciente.

Cómo cultivar el hábito de respirar y hacerlo cotidiano para experimentar los beneficios

  1. Construye siempre de menos a más, lo gradual es sostenible en el tiempo.
  2. Empieza por la técnica más sencilla para ti, construye tu rutina sin compararte con otros.
  3. Gratifícate, es importante sentirte bien con lo que estás construyendo, así sean 3 respiraciones diarias.
  4. Date la pausa necesaria para sentir la diferencia entre antes y después de la práctica.
  5. Investiga más acerca del tema, todo ello suma a que se vuelva una práctica inquebrantable en el tiempo.

Date la oportunidad de incluir la respiración consciente en tu vida, aprovecha la naturaleza de tu cuerpo y maximiza su potencial. Nuestro cuerpo es sabio, noble y poderoso, nos entrega todas sus bondades solo esperando que nosotros las desarrollemos…

Namasté.