La salud de adentro hacia afuera es una frase que escuchamos muchísimo, pero realmente, ¿Te has puesto a pensar en su significado?, ¿Cómo puedes acceder a esa salud que comienza en lo más profundo de ti?La “salud perfecta” no se trata únicamente de los resultados de un conjunto de exámenes de laboratorio, en donde sacas “A”. La salud es un concepto que involucra tu cuerpo físico, tu mente y tu espíritu: ¡Lo que hagas para cuidarlos va a definir tu calidad de vida!
La salud perfecta es aquella en donde tu energía vital se manifiesta en tus ganas de vivir, tu motivación y capacidad de ejecutar proyectos. También en la fluidez de tus relaciones interpersonales, el uso adecuado de tu tiempo, la capacidad de discernimiento en todos los aspectos de tu vida, tales como: el sueño, alimentación, tiempo de trabajo, tiempo de ocio, ejercicio y así un sin fin de áreas que definen tu día a día y le dan forma a tu bienestar.
Vamos a definir la salud de adentro hacia afuera describiendo tres cuerpos. El primero es el cuerpo físico, el cuerpo externo, grueso, el que tocas y sientes. Incluye tu piel, tus músculos, huesos, órganos, tendones, toda tu apariencia física como es tu pelo, tus uñas, tu lengua, tu sudor, tu olor. Todo lo que esté relacionado a lo palpable y observable. Tu cuerpo físico es dinámico y cambiante, es importantísimo lo que haces para cuidarlo y cómo te adaptas a sus cambios. El segundo cuerpo es el anatómico sutil y hoy me enfoco en una parte de este cuerpo, que es tu mente. Este cuerpo, aunque es invisible y no palpable, lo puedes sentir. Aquí están todos tus pensamientos. No se si te ha pasado, pero hay días en los que piensas tanto que terminas agotado, eso es porque tus pensamientos ocupan espacio y consumen energía. La mente no está únicamente en tu cabeza, la mente está en todo tu cuerpo. Tus órganos sensoriales guardan información, al igual que los tejidos y estos dejan impresiones en tu cuerpo. Todo lo que percibes te afecta, todo a lo que estás expuesto, lo que ves, lo que oyes, lo que tocas, lo que hueles. Es por esto que hay que cuidar de nuestros sentidos. Este es un cuerpo que se manifiesta energéticamente a través de tu respiración, tus pensamientos y emociones.El tercer cuerpo, es el espiritual, es de aquí de donde emana la energía vital, aquí es donde se encuentra lo que conocemos como alma. Del alma, o el espíritu, es de donde nace la fuerza de tu vida. La salud de adentro hacia afuera, implica que entiendas la paz inherente en tu cuerpo espiritual. Es un cuerpo que está ahí y que trasciende cuando el cuerpo físico deja de funcionar. No lo puedes modificar, no lo cambias con la alimentación, ni con el ejercicio, tampoco con las emociones. Es un cuerpo energético intacto que está esperando a que accedas a él. A través de las prácticas de meditación, respiración y del contacto con la naturaleza vas a poder llegar a tu sabiduría, a la intuición propia de tu alma.
Ahora que sabes de los tres cuerpos que te conforman, podemos hablar de la salud perfecta. Esta debe ir de adentro hacia afuera, tienes que cultivar tu cuerpo espiritual, para poder calmar tu mente y que tu cuerpo físico se muestre radiante, vibrante, energético y saludable. Un cuerpo saludable viene de prestar atención a tu mundo interno. Y aunque suene un poco confuso, para poder llegar a reconocer tu cuerpo espiritual, tienes que empezar por hacer cambios en tu trato al cuerpo físico. Al tratarlo bien, modificas el cuerpo mental y así puedes ser capaz de identificar esa paz inherente que viene del alma. ¡Nada de esto es fácil, pero si lo puedes lograr con cambios graduales y empezando ya! La salud perfecta es la que te hace vibrar desde niveles más profundos, esta salud es trascendental, se manifiesta en tus alrededores, en tu familia, tus amigos y en el universo entero.